JUAN DE LOXA. Por Juan Pinilla


Desde lo jondo

Juan de Loxa

 08:43   
JUAN PINILLA Juan de Loxa bajaba del escenario de Fuente Vaqueros de la mano de Aurora Bautista por unas escaleras a las que Menese bautizó luego como las del circo de Manolita Chen. Se percató de que tres personas, a diferencia de los mil asistentes que permanecían sentados, aguardaban el cante flamenco apoyados en las vallas, dos señores y un niño pequeño, y al abrirle el guardia paso hacia el palco de autoridades y mover la valla, con un gesto de complicidad invitó a los señores a pasar y sentarse junto a ellos…
Loja es, efectivamente, una flor entre espinas, maltratada por el dichoso refrán reiterativo que se coloca en la boca todo el que lee por la autovía el nombre de esta ciudad y que no acaba de despegar cultural y socialmente, de ocupar el hueco que verdaderamente merece en Andalucía, por cultura, por patrimonio, por historia. De esa manera, tampoco nadie allí reivindica a Val del Omar, ni al propio Groucho Marx, que la inmortalizara en una de sus películas, ni, en nuestro caso, a Juan de Loxa, el lojeño más universal de nuestro tiempo. Juan ha sido, durante toda nuestra memoria juvenil, el encargado de dar brillo y esplendor a la palabra y patrimonio lorquiano en Fuente Vaqueros, Valderrubio... Su nombre, en nosotros, va inexorablemente unido al del poeta, y su labor y trabajo han dado de sí importantes frutos que otros hemos gozado después.
Ya nos hubiera gustado conocerlo cuando aquellos programas radiofónicos de los setenta y todo aquel despertar cultural, musical y político. Juan era entonces una voz local con dimensión nacional. Nos lo imaginamos en la radio, con la inteligencia que lo adorna, esa suerte de ironía picaresca que engorda su discurso y los recursos poéticos que lo conforman, erosionando desde la palabra y la música, un sistema político ya caduco que en Granada pocos querían enterrar. ¿Pero cuándo vamos a hablar en broma?, decía hace poco en una entrevista. Para mí, por su labor, por su obra, Juan de Loxa está por encima de calificativos. Por encima de políticos y políticas.
La suya ha sido una labor independiente, humana, consciente, cercana, comprometida… Durante aquellos principios de los noventa, la idea de Juan de Loxa nos la habíamos hecho los aficionados al flamenco a través del ´Ay, Jondo´, o el ´Pan y trabajo´ con que rematábamos las escobillas de las alegrías, pero fue aquella noche en la que, sin conocernos (yo era el niño pequeño), nos invitó a entrar en el palco, cuando me di cuenta de la generosidad de este personaje al que años más tarde pude conocer, por su cercanía y accesibilidad, y hoy puedo abrazar de vez en cuando, si me lo encuentro por las ruidosas calles del centro de Granada entre las que se desliza como ajeno al ruido y al tiempo, que viene a liberarlo de los impactos locales, entregado a la universalidad como Rimbaud, y dejando a su paso estelas de poesía y amistad.

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