Juan Pinilla, poeta flamenco
06.07.2008 | 00:00
El joven cantaor, ganador de la Lámpara Minera, ofreció un concierto memorable en el que Lorca, Miguel Hernández y Ángel González sonaron en distintos paloss
DANI R. MOYA. GRANADA El cantaor flamenco Juan Pinilla buscó y encontró anoche el duende en un concierto en la plaza de las Pasiegas lleno de poesía y en el que demostró por qué hace ahora casi un año que se alzó con la Lampara Minera, el galardón más prestigioso en el mundo del flamenco.
De Pinilla no se puede hablar ya como de la joven promesa del jondo granadino, sino de una realidad que en cada una de las actuaciones que ofrece se va creciendo con un estilo personal, sin olvidar a sus maestros como, Manuel Ávila, para el que siempre tiene un recuerdo.
La propuesta de anoche, que llevaba por título genérico ´Cuando el cante se hace poesía´, no sorprendió a los que conocen la afición de Juan Pinilla por el género poético, y es que el cantaor de Huétor-Tájar ha buscado desde sus comienzos en el mundo del flamenco la solidez y contundencia de los grandes poetas en las letras. Llevó al escenario, por cierto, su preciada Lámpara Minera que tanto trabajo le costó ganar, y se la quiso brindar al público presente.
Fue curioso sin duda escuchar a Pinilla, que no destaca por ser un fiel devoto religioso, frente al marco de fondo de la Catedral; pero el espacio, independiente de fervores místicos, ofrece una estampa impresionante que con la voz de Pinilla gana plasticidad.
El cantaor echó mano de poetas imprescindibles y que mucho tienen que ver con la propia concepción del arte y el compromiso social que él mismo enarbola. Por supuesto García Lorca, además de José Hierro, Miguel Hernández y Ángel González ´prestaron´ sus textos a Pinilla, que por diferentes palos ofreció un recital acompañado de su guitarrista habitual, Luis Mariano, con el que forma una conjunción perfecta para suerte de los aficionados del buen arte. Ayer también le acompañó Antonia Jiménez.
Uno de los momentos más emotivos de la noche fue cuando Juan Pinilla recordó al poeta asturiano Ángel González con el poema ´Danae´, que tanto gustó en mayo pasado cuando lo interpretó en el homenaje que el Festival Internacional de Poesía de Granada tributó al autor de ´Palabra sobre palabra´, fallecido el pasado enero.
El público enseguida identificó los versos lorquianos de la ´Casada infiel´ que Juan Pinilla musicó y que fueron muy aplaudidos.
El cantaor vino a confirmar su tendencia marxista más allá de su conocida militancia en el Partido Comunista. Pinilla fue anoche marxista, sí, pero no por Carl, sino por Groucho. El músico se atrevió a hacer algo que, probablemente no haya hecho nadie en el mundo del flamenco, como cantar unos textos del popular actor por tanguillos de Cádiz. Todo un atrevimiento que sorprendió y gustó.
El cantaor puso fin a su recital con ´Alma dormida´, de José Hierro, otro de sus poetas de cabecera, y con ´De pintor a pintor´, de Ramón Gaya.
Aunque nada como escucharle en directo, donde suele estar pletórico, como en el recital de anoche, pronto estará en el mercado el primer trabajo discográfico de Juan Pinilla, editado por el sello de Radio Televisión Española, con motivo de la Lámpara Minera que obtuvo el pasado año en el Festival de La Unión (Murcia). b
De Pinilla no se puede hablar ya como de la joven promesa del jondo granadino, sino de una realidad que en cada una de las actuaciones que ofrece se va creciendo con un estilo personal, sin olvidar a sus maestros como, Manuel Ávila, para el que siempre tiene un recuerdo.
La propuesta de anoche, que llevaba por título genérico ´Cuando el cante se hace poesía´, no sorprendió a los que conocen la afición de Juan Pinilla por el género poético, y es que el cantaor de Huétor-Tájar ha buscado desde sus comienzos en el mundo del flamenco la solidez y contundencia de los grandes poetas en las letras. Llevó al escenario, por cierto, su preciada Lámpara Minera que tanto trabajo le costó ganar, y se la quiso brindar al público presente.
Fue curioso sin duda escuchar a Pinilla, que no destaca por ser un fiel devoto religioso, frente al marco de fondo de la Catedral; pero el espacio, independiente de fervores místicos, ofrece una estampa impresionante que con la voz de Pinilla gana plasticidad.
El cantaor echó mano de poetas imprescindibles y que mucho tienen que ver con la propia concepción del arte y el compromiso social que él mismo enarbola. Por supuesto García Lorca, además de José Hierro, Miguel Hernández y Ángel González ´prestaron´ sus textos a Pinilla, que por diferentes palos ofreció un recital acompañado de su guitarrista habitual, Luis Mariano, con el que forma una conjunción perfecta para suerte de los aficionados del buen arte. Ayer también le acompañó Antonia Jiménez.
Uno de los momentos más emotivos de la noche fue cuando Juan Pinilla recordó al poeta asturiano Ángel González con el poema ´Danae´, que tanto gustó en mayo pasado cuando lo interpretó en el homenaje que el Festival Internacional de Poesía de Granada tributó al autor de ´Palabra sobre palabra´, fallecido el pasado enero.
El público enseguida identificó los versos lorquianos de la ´Casada infiel´ que Juan Pinilla musicó y que fueron muy aplaudidos.
El cantaor vino a confirmar su tendencia marxista más allá de su conocida militancia en el Partido Comunista. Pinilla fue anoche marxista, sí, pero no por Carl, sino por Groucho. El músico se atrevió a hacer algo que, probablemente no haya hecho nadie en el mundo del flamenco, como cantar unos textos del popular actor por tanguillos de Cádiz. Todo un atrevimiento que sorprendió y gustó.
El cantaor puso fin a su recital con ´Alma dormida´, de José Hierro, otro de sus poetas de cabecera, y con ´De pintor a pintor´, de Ramón Gaya.
Aunque nada como escucharle en directo, donde suele estar pletórico, como en el recital de anoche, pronto estará en el mercado el primer trabajo discográfico de Juan Pinilla, editado por el sello de Radio Televisión Española, con motivo de la Lámpara Minera que obtuvo el pasado año en el Festival de La Unión (Murcia). b
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