Fandangos de amistad
El fútbol más flamenco. Los jugadores de Granada CF, 74 y Juan Pinilla juntan sus manos durante la cena. joan ruano vázquezEl cantaor Juan Pinilla reúne a jugadores del Granada CF y del Granada 74 en una velada inolvidable que demuestra la buena relación existente entre ambas plantillasJAVIER AGUILERA No fue en el Txistu, ni en el Asador Donostierra -templos culinarios que acostumbran a visitar los jugadores más importantes de los equipos madrileños-, no había manjares del ´Club del Gourmet´ sobre el mantel, ni periodistas esperando a los futbolistas en la puerta. Eso sí, fue una cena de Primera División y, además de mucha calidad balompédica, alrededor de la mesa había arte, mucho arte, y humanidad, buen rollo y hasta amistad a raudales.Lo que surgió como una idea curiosa y anecdótica se convirtió en una velada inolvidable, peculiar, se puede decir que casi única e histórica. El cantaor granadino Juan Pinilla decidió invitar a cenar en su piso -que ya se sabe que como la comida que uno se lleva al estómago en casa, la de ningún sitio- a una representación de las plantillas del Granada CF y del Granada 74, los dos principales clubes de la capital."La verdad es que la idea fue mía. Por diferentes motivos tengo buena relación con miembros de ambos equipos y decidí juntarlos, tomarnos algo y pasar un buen rato", relata Pinilla, joven cantaor granadino que es uno de los artistas más consagrados de la provincia y tiene por delante un futuro que ya quisieran muchos para ellos.Allí estuvieron los rojillos Choco, Guerra, Milla, Juanma Ortiz, David Gámiz y Álvaro, junto a los rojiblancos Óscar Martínez, José Antonio, Israel y Sergio Revelles, éste último del filial rojiblanco. "Me hubiera gustado que hubiera venido más gente de ambos equipos", cuenta Pinilla, pensando que su coqueto piso es tan grande como Los Cármenes.Prohibido hablar de fútbol. "Es curioso que al principio, como es lógico, se hablaba de fútbol, pero luego las conversaciones derivaron a distintos temas que nada tenían que ver con sus trabajos. Yo los conozco bien a casi todos y puedo decir que no puede existir mayor rivalidad que la deportiva entre ellos porque todos son tíos geniales", añadió el anfitrión.Todos los comensales coinciden en que la velada fue magnífica, con un ambiente sensacional y supuso una clara demostración de que la supuesta rivalidad entre Granada CF y 74 queda para otros. Milla, defensa alboloteño del 74, recuerda que "lo pasamos todos muy bien. Seguro que volvemos a repetir".Óscar Martínez, atacante gallego del Granada CF, explicó que "fue una noche muy agradable. Entre los jugadores no existe ninguna rencilla y esta cena fue una clara demostración".La noche, "que fue light en comida, bebida y horarios, que todos somos profesionales", aclaró Pinilla, concluyó, por petición popular y con máximo respeto hacia el vecindario, con el maestro haciendo una demostración de facultades. "Me quedé flipado, me encantó, fue un espectáculo. Ya le he dicho a Juan que me tiene que invitar a alguna actuación suya", relata Óscar Martínez.Cante y palmas. José Antonio, que se sabe de memoria su último disco, y alguno más, ejercieron de improvisados palmeros. "Juan es un fenómeno. Nosotros le tocamos las palmas porque al lado del maestro no podemos hacer otra cosa", explicó Milla. Pinilla, tan sabio como gran artista, eligió para cerrar la velada los llamados ´Fandangos de la Amistad´.
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